La refrigeración eficiente en centros de datos es esencial para garantizar la continuidad de los servicios digitales que sustentan la economía moderna. Estas infraestructuras invisibles hacen posible desde el correo electrónico hasta el almacenamiento en la nube, pasando por el streaming y la inteligencia artificial. Su correcto funcionamiento depende de una gestión térmica constante y eficiente que asegure la operatividad 24/7 de los equipos informáticos.
Sin embargo, el crecimiento exponencial de la demanda digital tiene un coste: el elevado consumo de energía y la generación masiva de calor. En este contexto, los sistemas de refrigeración no solo garantizan el funcionamiento seguro de los servidores, sino que representan una parte significativa del consumo energético total del centro.
Aunque los grandes equipos como chillers o torres de refrigeración son muy visibles, hay otro elemento menos evidente pero igual de esencial: las redes de tuberías que transportan los fluidos térmicos. La eficiencia del sistema depende, en gran medida, de la calidad del diseño hidráulico, de los materiales utilizados y del correcto aislamiento térmico.
¿Por qué la refrigeración es un reto en centros de datos? En condiciones normales, un centro de datos convierte casi toda la energía que consume en calor. Si no se evacúa de manera continua y eficiente, ese calor compromete la estabilidad térmica de los equipos, afectando su rendimiento o incluso provocando fallos críticos.
Los sistemas más comunes utilizan agua fría, glicoles o soluciones de refrigeración líquida directa. Estos fluidos deben circular constantemente por kilómetros de tuberías, desde las unidades de enfriamiento hasta los racks de servidores y de vuelta. Un sistema hidráulico mal diseñado o aislado puede traducirse en pérdidas térmicas, condensación, corrosión o interrupciones.
La estrategia de
ABN Pipe Systems se basa en la visión de que la sostenibilidad debe integrarse en cada etapa de la cadena de valor, desde el diseño de infraestructuras hasta su implementación en entornos críticos como los centros de datos.
El aislamiento: clave para la eficiencia energética La eficiencia energética no solo depende de los grandes equipos; las pérdidas térmicas acumuladas en las tuberías representan un problema crítico. Una conducción mal aislada puede provocar:
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Minimización del impacto ambiental: diseñan y promueven infraestructuras que reducen el uso de energía y agua, con un enfoque en la reutilización y el reciclaje de recursos.
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Adopción de la economía circular: implementan estrategias que prolongan el ciclo de vida de los materiales y reducen los residuos, asegurando que cada recurso se utilice al máximo.
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Innovación para la gestión hídrica y energética: creen en soluciones avanzadas que optimicen el uso de recursos naturales, alineando los objetivos empresariales con los compromisos climáticos globales.
En cambio, cuando se emplean tuberías correctamente aisladas, la temperatura se mantiene constante, se evitan pérdidas de energía y se reduce el esfuerzo de los sistemas de producción de frío. Esto mejora el rendimiento y extiende la vida útil de toda la instalación.
Tuberías preaisladas: una solución integral Las tuberías preaisladas integran tres capas fundamentales:
1.
Tubería interior , fabricada en materiales técnicos (como el PPR CT o polietileno reticulado), con alta resistencia térmica y química.
2.
Aislamiento térmico , habitualmente espuma rígida de poliuretano (PUR), con baja conductividad y excelente comportamiento a largo plazo.
3.
Camisa exterior protectora , que puede ser de polietileno o aluminio corrugado, resistente a la intemperie, los impactos y los rayos UV.
Ventajas principales: •
Eficiencia térmica constante en todo el recorrido de la red hidráulica.
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Ahorro en instalación: el aislamiento se fabrica en planta con controles de calidad, lo que acelera el montaje y reduce errores.
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Reducción de riesgos: previenen la condensación y protegen frente a agentes externos.
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Versatilidad: pueden instalarse en interior, exterior o enterrado.
En centros de datos, donde se requiere una operación 24/7 sin fallos, este tipo de soluciones ofrecen una fiabilidad superior frente a sistemas convencionales con aislamiento manual in situ.
Materiales técnicos: el rol del polipropileno (PPR CT) La elección del material para la tubería interior es otro factor decisivo. En instalaciones técnicas, el polipropileno copolímero random con refuerzo (PPR CT) se ha posicionado como una alternativa técnica a los materiales metálicos por varias razones:
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Baja conductividad térmica , que refuerza la eficiencia del aislamiento.
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Inercia química , compatible con glicoles, soluciones salinas y tratamientos anticorrosivos.
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Ausencia de corrosión , ideal para entornos húmedos o agresivos.
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Durabilidad estructural , incluso en condiciones de temperatura y presión variables.
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Unión por termofusión , que garantiza estanqueidad total sin roscas ni juntas mecánicas.
El PPR CT ofrece una vida útil prolongada, bajo mantenimiento y alta fiabilidad en sistemas de climatización y refrigeración.
Cumplimiento normativo y certificaciones El uso de sistemas preaislados y materiales como el PPR CT no solo mejora el rendimiento operativo, sino que contribuye a cumplir las exigencias normativas en eficiencia energética:
• Reglamentos como el
RITE (en España) obligan a mantener un determinado nivel de aislamiento térmico.
• Las certificaciones
LEED, BREEAM o ISO 50001 valoran el uso de soluciones eficientes, duraderas y trazables.
• El uso de materiales reciclables o con
Declaraciones Ambientales de Producto (EPD) ayuda a reducir la huella de carbono del edificio.
La correcta elección de la red hidráulica es, por tanto, una decisión técnica y también estratégica en el diseño de centros de datos sostenibles.
Refrigeración líquida directa: ¿el futuro inmediato? A medida que los servidores aumentan en densidad y potencia, la refrigeración líquida directa (Direct-to-Chip o inmersiva) gana protagonismo frente al aire.
En estos casos, el diseño de las redes hidráulicas es aún más crítico:
• Deben operar con temperaturas más elevadas y presiones mayores.
• La compatibilidad química del material con refrigerantes especiales es clave.
• La seguridad ante posibles fugas se vuelve prioritaria.
Las tuberías preaisladas fabricadas con materiales plásticos técnicos ofrecen una resistencia superior en este tipo de sistemas emergentes, preparados para los desafíos térmicos y operativos del data center del futuro.
Sinergias con redes urbanas: aprovechamiento del calor residual Una de las estrategias más sostenibles en refrigeración de centros de datos es reutilizar el calor residual. En países como Suecia, Finlandia o Países Bajos, este calor se redirige a redes de calefacción urbana (district heating), evitando su desperdicio y aportando energía a viviendas o industrias cercanas.
Esto solo es posible si la red hidráulica garantiza:
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Transporte eficiente del calor , sin pérdidas.
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Compatibilidad térmica y mecánica para funcionar en ambos sentidos.
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Durabilidad y trazabilidad de los materiales en entornos urbanos.
Las tuberías preaisladas, gracias a su excelente aislamiento y resistencia, son las candidatas ideales para este tipo de estrategias circulares.
Tuberías y sostenibilidad: más allá del aislamiento Además del rendimiento energético, las redes de tuberías también pueden apoyar la estrategia ESG de los operadores de centros de datos:
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Materiales reciclables , con baja huella de carbono.
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Diseños modulares y prefabricados , que reducen residuos y tiempos de obra.
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Menor mantenimiento , lo que reduce intervenciones futuras y consumo de recursos.
Una buena red hidráulica es una inversión a largo plazo que influye directamente en la sostenibilidad del edificio.
Conclusión Los centros de datos son esenciales para la vida digital moderna, pero también deben ser parte de la solución a los desafíos climáticos. La refrigeración eficiente y sostenible no empieza en los grandes equipos, sino en los detalles: en la forma en que se transporta el frío (o el calor) por las instalaciones.
El uso de tuberías preaisladas, fabricadas con materiales técnicos como el PPR CT, permite reducir pérdidas, evitar condensaciones, cumplir normativas y aumentar la vida útil de los sistemas. Y todo ello, sin comprometer la eficiencia operativa.
En refrigeración de centros de datos, la diferencia no siempre se ve… pero se nota. Y empieza en las tuberías.