"La industrialización no es una evolución de la construcción tradicional, es un cambio de paradigma", afirma Vanesa Álvarez, responsable de Construcción Industrializada en
Sika . La compañía, con más de 100 años de experiencia en el sector de la construcción y más de 40 en el ámbito industrial, apuesta decididamente por transformar el modelo constructivo actual. A través de su campaña "
La revolución industrializada ",
Sika impulsa una construcción más eficiente, digitalizada y sostenible, con la mirada puesta en alcanzar el 10% de edificación industrializada en 2030 .
"Queremos ser el partner que acompañe a promotores, fabricantes e instaladores en este proceso", señala
Álvarez , quien destaca que uno de los grandes retos es el cambio cultural: entender que la industrialización es sinónimo de calidad, precisión y confort para el usuario final. "No hay errores en fábrica. Las fachadas industrializadas ofrecen alto aislamiento térmico y acústico, lo que se traduce en ahorro energético y habitabilidad", añade. Esta una de las
conclusiones del encuentro de Sika con expertos en construcción industrializada que se ha celebrado en el contexto de la grabación del videopodcast
Desafío Sika 30/50 dedicado a la industrialización de fachadas premium .
A la conversación se sumaron dos referentes en el impulso de este nuevo modelo constructivo. Por un lado,
Álvaro Nogueira , director de
Ávita Tech , que ha liderado proyectos emblemáticos como el Plan VIVE de la Comunidad de Madrid. Por otro,
Sandra Llorente , directora general de
Lignum Tech , compañía especializada en soluciones industrializadas de madera con alto valor añadido.
Nogueira destacó cómo la industrialización ha permitido a su compañía entregar 1.763 viviendas con una reducción del 50% en plazos de ejecución, sin renunciar a la calidad ni a la eficiencia energética. "La digitalización del proceso —desde el diseño BIM hasta la producción robotizada— es fundamental para garantizar esa precisión y escalar la productividad sin comprometer resultados", aseguró.
Ávita Tech colabora estrechamente con Sika para adaptar soluciones constructivas como adhesivos, selladores o sistemas de fachada a los ritmos y exigencias de la producción en fábrica. "Cada segundo que ganamos en producción es ahorro real, y ahí Sika juega un papel clave con su capacidad de innovación y testeo en sus centros tecnológicos", añadió.
Llorente , por su parte, subrayó el potencial de la madera industrializada como solución sostenible, ligera y socialmente responsable. "Una fachada tradicional puede alcanzar los 350 kg/m², mientras que nuestras soluciones no superan los 50. Esto supone una reducción drástica en materiales, costes y huella de carbono", explicó. En su apuesta por fachadas de alta eficiencia,
Lignum Tech ha contado con el soporte técnico de Sika para el desarrollo de sistemas de montaje y soluciones compatibles con estructuras ligeras. "Contar con un proveedor que entiende el proceso industrial y que puede ajustar sus productos a nuestras necesidades específicas es fundamental para garantizar calidad, agilidad y fiabilidad", afirmó.
Los expertos coincidieron en que uno de los mayores desafíos es optimizar los procesos y acortar plazos, no solo en la fábrica, sino también en el entorno normativo y administrativo. "No sirve de nada ganar segundos en producción si perdemos años en licencias", apuntó
Llorente . En ese sentido, todos reclamaron a la Administración mayor agilidad en la puesta a disposición de suelo, financiación adaptada a este modelo y reconocimiento normativo de la industrialización como una categoría diferenciada de construcción.
"El cambio es urgente y necesario —concluyó
Nogueira —. No solo por la falta de mano de obra o el encarecimiento de los procesos tradicionales, sino porque si no avanzamos ahora, no tendremos viviendas en las que vivir en los próximos años".
El
episodio completo del podcast Desafío Sika 30/50 puede escucharse
aquí .