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    21 Jul '25

    Ingeniería de precisión: micropilotes y resinas expansivas frente a fallos estructurales

    En este artículo, Geosec expone cómo estas técnicas permiten corregir asentamientos del terreno y reforzar edificaciones de forma precisa, rápida y sin necesidad de demoliciones, desalojos ni largas interrupciones en su uso habitual



    Grietas en muros, suelos que se hunden, puertas que ya no cierran bien o estructuras que se inclinan levemente. Estos son problemas clásicos que pueden aparecer tanto en viviendas antiguas como en construcciones relativamente recientes. Durante años, la única forma de afrontar estos fallos estructurales pasaba por costosas obras mayores, con demoliciones, excavaciones profundas y largos periodos de intervención. Hoy, sin embargo, existen técnicas mucho más rápidas, limpias y eficaces. Las más destacadas: los micropilotes y las resinas expansivas.

    Estas dos soluciones, ampliamente utilizadas en el ámbito de la ingeniería geotécnica y estructural, permiten corregir problemas de asentamiento del terreno y reforzar edificaciones sin alterar su uso habitual. Pero ¿en qué consisten exactamente y cuándo se aplican?

    Micropilotes: refuerzo en profundidad

    Los micropilotes son elementos de pequeño diámetro que se instalan mediante perforación hasta alcanzar capas profundas y estables del terreno. Su función principal es transferir las cargas del edificio desde la zona afectada hasta estratos más resistentes, evitando así el movimiento o hundimiento de la estructura.

    Este sistema es ideal en situaciones donde no es viable desmontar el edificio o interrumpir la actividad, como ocurre en naves industriales, oficinas o viviendas habitadas. Además, gracias a su versatilidad, los micropilotes se pueden instalar en zonas de difícil acceso o con espacio reducido, actuando de forma localizada en los puntos críticos de la cimentación.

    Resinas expansivas: precisión sin obras

    Por su parte, la resina expansiva se aplica mediante inyecciones en el terreno. Al introducirse en el subsuelo, estas resinas reaccionan químicamente y aumentan de volumen, compactando el terreno y elevando suavemente las zonas afectadas. El proceso es rápido, limpio y controlado, lo que lo convierte en una alternativa perfecta para corregir hundimientos leves o rellenar vacíos bajo soleras y pavimentos.

    Uno de los grandes beneficios de esta técnica es que se puede realizar sin abrir zanjas ni generar residuos. Además, las intervenciones con resina no requieren desalojar el inmueble ni interrumpir la actividad comercial o productiva del espacio, lo que supone un ahorro en tiempo y costes operativos.

    Una solución combinada

    En muchos casos, los micropilotes y las resinas expansivas se aplican de forma complementaria. Mientras los primeros actúan como una nueva cimentación profunda, las segundas corrigen el asiento superficial y estabilizan la parte superior del terreno. Esta combinación es especialmente útil en rehabilitaciones estructurales o en la consolidación de edificios afectados por asentamientos diferenciales.

    Tanto si se trata de una vivienda unifamiliar con grietas visibles como de una nave industrial con suelos deformados, estas técnicas representan el avance de la ingeniería moderna frente a los problemas clásicos de la construcción. Apostar por soluciones no invasivas como los micropilotes y las resinas expansivas es invertir en seguridad, rapidez y sostenibilidad.
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