En un mundo donde la sostenibilidad hídrica es cada vez más prioritaria, digitalizar la gestión del agua ya no es una opción: es una necesidad.
Kamstrup responde a este desafío con el
flowIQ® 2200 , un contador ultrasónico inteligente que ayuda a operadores públicos y privados a reducir el agua no facturada, optimizar sus operaciones y avanzar hacia redes de suministro más eficientes y sostenibles.
Retos comunes, soluciones inteligentes Tanto en pequeños municipios como en grandes ciudades, las gestoras del agua comparten tres objetivos básicos:
- Distribuir el agua con la máxima eficiencia.
- Minimizar las pérdidas.
- Tomar decisiones basadas en datos fiables y en tiempo real.
Para lograrlo, la digitalización es esencial. Los contadores estáticos como el
flowIQ® 2200 permiten detectar incidencias rápidamente , optimizar procesos y aprovechar mejor los recursos gracias a la recogida automática de datos y al control inteligente de la red.
Tecnología que marca la diferencia El
flowIQ® 2200 incorpora medición ultrasónica sin piezas móviles, telelectura automatizada y un sistema de alarmas en tiempo real que detecta fraudes, retornos de agua y fugas, incluso antes de que sean visibles. Todo esto se traduce en una red más segura, eficiente y transparente.
De la máquina de escribir al ordenador: una revolución en la medición El paso de contadores mecánicos a estáticos es tan transformador como lo fue el salto de la máquina de escribir al ordenador.
Con el flowIQ® 2200, se obtienen datos de consumo precisos y seguros, se detectan fugas con rapidez y se mejora la planificación operativa. El resultado: menos costes, más control.
Una inversión que se amortiza sola Más allá del coste inicial, cambiar a contadores ultrasónicos representa una inversión inteligente a largo plazo:
• Menores pérdidas de agua = mayor facturación.
• Menos intervenciones técnicas = ahorro en desplazamientos y mano de obra.
• Larga vida útil = menos sustituciones.
• Lecturas remotas = menos errores y más eficiencia.