La elección de pavimentos continuos sanitarios puede suponer un ahorro significativo en mantenimiento, además de mejorar la limpieza, la seguridad y el confort en los entornos hospitalarios. En un momento de fuerte expansión del sector —con más de 4.000 camas previstas solo en el ámbito privado en dos años—
Molins plantea que el reto no es solo construir más, sino hacerlo de forma más eficiente y sostenible. Una reflexión que cobra especial sentido en el marco del 25º Congreso del Sector Salud de AECOC, que se celebra el 13 de mayo en Madrid.
Aunque suele pasar desapercibido, el pavimento es uno de los componentes más críticos a nivel operativo. Una mala elección se traduce en fisuras, costosos mantenimientos, entornos menos higiénicos o inseguros y, en última instancia, una merma en la cuenta de resultados. Distintos estudios sobre el color y la capacidad de reflexión de los materiales de revestimiento de los pavimentos, indican que con suelos adecuados se puede mejorar hasta un 30% la iluminación de los espacios.
Según un informe de Colliers, España necesitará invertir 1.000 millones de euros anuales en hospitales privados para mantener la cobertura sanitaria actual, lo que implicará una fuerte demanda de nuevas infraestructuras y una presión creciente sobre la eficiencia operativa de los centros. La planificación y construcción de estos espacios no puede limitarse a replicar modelos heredados. La eficiencia, la sostenibilidad y la facilidad de mantenimiento serán factores diferenciales en la competitividad del nuevo mapa hospitalario.
Cada espacio tiene un suelo óptimo: de quirófanos a cocinas En un hospital, cada zona tiene necesidades técnicas específicas. En quirófanos y laboratorios, por ejemplo, se utilizan sistemas conductivos, capaces de disipar cargas electrostáticas para evitar interferencias en equipos médicos sensibles. En pasillos principales y áreas comunes, expuestos a un tránsito intensivo de camillas y personal, son recomendables los sistemas multicapa de cuarzo color, que combinan resistencia mecánica, superficie antideslizante y acabado decorativo.
Las áreas pediátricas o de rehabilitación requieren un pavimento más cálido y flexible, como los sistemas de poliuretano, que amortiguan la pisada y mejoran el confort. En cocinas, zonas húmedas o servicios de lavandería, se imponen pavimentos altamente antideslizantes, con resistencia química y sellado total para evitar filtraciones y facilitar una limpieza extrema.
Estos sistemas, cuando se eligen adecuadamente desde el diseño del edificio, minimizan las reparaciones, alargan la vida útil de los materiales y reducen las interrupciones por mantenimiento, lo que repercute directamente en la eficiencia del centro y en su balance económico.
Como explica
Juan Antonio Reyes , jefe de ventas de Flooring en Construction Solutions de Molins,"invertir en un buen pavimento no es un lujo, es una necesidad en un contexto donde se están construyendo decenas de nuevos hospitales y donde cada euro cuenta. Si queremos centros sanitarios más seguros, más sostenibles y más eficientes, hay que empezar por el suelo. Es una de esas decisiones que no se ven a simple vista, pero que marcan la diferencia durante toda la vida útil del edificio."
Construction Solutions de Molins integra la sostenibilidad como principio transversal en el desarrollo de sus soluciones para entornos sanitarios donde conviven pacientes vulnerables, profesionales exigentes y operaciones críticas. Los pavimentos continuos no solo reducen la huella ambiental del edificio, sino que también mejoran la calidad del aire interior y contribuyen a espacios más saludables y resilientes.