Esa postura enfatiza la compatibilidad entre el crecimiento económico y la sostenibilidad ambiental. La inversión en eficiencia energética no solo reduce las emisiones de carbono, sino que también genera empleo, reduce costos a largo plazo y fomenta la innovación en sectores clave
Todo ello refuerza la idea de la posible convivencia entre una economía fuerte y la lucha contra el cambio climático. Hay que destacar que mejorar la eficiencia energética no debe verse como un gasto, sino como una inversión que beneficia a la sociedad en términos de sostenibilidad y crecimiento económico.
Este mensaje resalta un enfoque clave de la política económica y ambiental que es la idea de que la eficiencia energética no solo protege el medio ambiente, sino que también impulsa el crecimiento económico.
El Sistema de Aislamiento Térmico por el Exterior (SATE) no solo mejora la eficiencia energética de los edificios, sino que también impulsa la economía local y regional. Su fabricación e instalación dependen de agentes económicos europeos, fortaleciendo las cadenas de valor dentro de la UE.
Cada millón de euros invertido en la renovación energética de edificios genera aproximadamente 18 empleos en la UE, promoviendo puestos de trabajo sostenibles y estimulando la actividad económica a largo plazo. Además, las pequeñas y medianas empresas (pymes) se benefician especialmente de esta demanda, consolidando su crecimiento y participación en el mercado de la construcción sostenible.
Todo ello apoya la necesidad de invertir en
medidas de adaptación y mitigación , como infraestructuras resilientes, energías renovables y políticas de reducción de emisiones.
El impacto económico del cambio climático en la UE es significativo y sigue en aumento. Las pérdidas económicas actuales de 12.000 millones de euros anuales ya son alarmantes, pero el escenario proyectado con un calentamiento de 3 °C es aún más preocupante, una pérdida anual de 170.000 millones de euros, lo que equivale al 1,36% del PIB de la UE.
Este dato subraya la urgencia de medidas efectivas para mitigar el cambio climático y adaptar la economía a estos desafíos.
La Ley del Clima y la Ola de Renovación pretenden acelerar la adaptación de la UE al cambio climático y limitar los impactos sobre las personas, la economía y la biodiversidad.
El SATE es una solución eficiente para reducir la demanda energética en edificios, lo que disminuye las emisiones de CO₂ y mejora la eficiencia energética. Su aplicación está alineada con los objetivos de la UE para mejorar el rendimiento térmico de las edificaciones y reducir el consumo de combustibles fósiles.