Si has llegado a este artículo es quizás porque te estás preguntando cómo
insuflar celulosa o tienes duda sobre esta técnica. Desde
Ignifugaciones Generales intentaran arrojar algo de luz al respecto.
La búsqueda de soluciones eficientes y sostenibles para el
aislamiento de edificios ha cobrado gran importancia en los últimos años. Especialmente en el contexto del cambio climático y con la necesidad de reducir el consumo energético, aislar térmicamente un edificio resultaría clave. Una de las técnicas más destacadas en este ámbito es el insuflado de celulosa, un método que combina eficacia, sostenibilidad y una notable capacidad de mejora del confort térmico en los espacios habitados.
¿Qué es la celulosa? La celulosa es un biopolímero natural que se encuentra en las paredes celulares de las plantas. Se obtiene principalmente de papel reciclado, lo que la convierte en un
material ecológico y sostenible . Se trata con productos retardantes de la llama y fungicidas para garantizar su seguridad y durabilidad. Esto, la hace adecuada para su uso en el aislamiento de edificios.
La técnica de insuflado. ¿Cómo insuflar celulosa? El
insuflado de celulosa consiste en introducir este material en los espacios vacíos de las envolventes de un edificio, como suelos, paredes y techos, mediante una máquina especial. Este proceso se realiza a través de pequeños orificios en la superficie del elemento a aislar. Después de insuflar celulosa en el lugar deseado, ésta se adapta a la forma del espacio, creando una barrera térmica que reduce la
transferencia de calor .
Paso a paso del proceso de insuflado 1.
Evaluación y preparación: Antes de insuflar la celulosa, es fundamental realizar una evaluación del edificio, incluyendo la identificación de áreas que necesitan aislamiento. También será necesaria la verificación del estado de las paredes y de las instalaciones. Se debe asegurar que no haya problemas de humedad, moho o filtraciones que puedan interferir en el rendimiento del aislamiento.
2.
Realización de orificios: Se lleva a cabo en las paredes o en los techos (en ocasiones en el suelo), generalmente en la parte superior y a intervalos regulares, para permitir que la celulosa sea insuflada en espacios cerrados. El tamaño y la ubicación de estos orificios dependen del diseño del edificio y del tipo de envolvente.
3.
Insuflar celulosa: Utilizando una máquina de insuflado, se introduce la celulosa en los espacios vacíos. La máquina utiliza aire a presión para garantizar que el material se disperse uniformemente y rellene todos los rincones de las superficies internas. Es importante que el proceso se realice de manera controlada para evitar la compactación excesiva.
4.
Sellado de orificios: Una vez completado el insuflado, se sellan los orificios con un material adecuado, como masilla o tapones de madera. De este modo aseguramos que el aislamiento permanezca en su lugar y evitamos la entrada de aire no deseado.
5.
Inspección final: Se realiza para asegurarse de que el aislamiento se haya aplicado correctamente y que no haya áreas desprotegidas. Esto puede incluir el uso de cámaras térmicas para identificar posibles
puentes térmicos .
Ventajas del insuflado de celulosa 1.
Eficiencia térmica: La celulosa ofrece un excelente rendimiento térmico, lo que contribuye a mantener temperaturas agradables en el interior de los edificios, tanto en invierno como en verano. Esto se traduce en un menor consumo de energía para calefacción y refrigeración.
2.
Control acústico: Además de sus propiedades térmicas, la celulosa también actúa como un eficaz aislante acústico, reduciendo la transmisión de ruido entre habitaciones y del exterior.
3.
Sostenibilidad: Al utilizar papel reciclado, este método de aislamiento es una opción ecológica que contribuye a la reducción de residuos.
4.
Instalación rápida y eficiente: Insuflar celulosa permite un aislamiento rápido y efectivo, minimizando las interrupciones de los ocupantes del edificio.
5.
Reacción al fuego y a plagas: La celulosa tratada con productos adecuados ofrece una reacción muy limitada al fuego, y
repele las plagas . Esto garantiza durabilidad y seguridad a largo plazo.
El insuflado de celulosa es una opción de aislamiento que se adapta a las necesidades de muchos tipos de edificaciones, desde viviendas unifamiliares hasta edificios comerciales. Sin embargo, es importante contar con profesionales capacitados para llevar a cabo el proceso, asegurando que se sigan todas las normativas y estándares de calidad. En
Ignifugaciones Generales son especialistas en aislamiento térmico con diferentes técnicas y para multitud de aplicaciones. A medida que la conciencia sobre la eficiencia energética y la sostenibilidad crece, la técnica de insuflar celulosa posiciona como una solución viable y sostenible. Adoptar esta técnica no sólo mejora el confort de los espacios habitados, sino que contribuye a un futuro más eficiente y sostenible en el uso de recursos.