Joana Ibarretxe , una ingeniera de 44 años nacida y residente en Amorebieta, es desde mayo la nueva presidenta de la cooperativa
Erreka . Tras estudiar Ingeniería de Polímeros y realizar estudios en materiales reutilizados, se incorporó a Erreka en 2018, inicialmente en un puesto provisional. Inmediatamente, le ofrecieron la posibilidad de ser responsable de producción, posición en la que ejerce desde 2019. Ahora, como presidenta, ha compartido su experiencia y su visión, preparada para afrontar los retos del futuro. Ibarretxe ha destacado la estrategia, la cultura cooperativa y la importancia de los proyectos en materia de personas.
Presides Erreka desde mayo, llevas pocos meses en el cargo… ¿Qué balance puedes hacer en este tiempo? Llevo poco tiempo, pero puedo decir que no me he aburrido. Han sido meses intensos e interesantes y así seguirán siendo. A pesar de haber formado parte del consejo rector en años anteriores, el cambio ha sido importante. Estoy a gusto, pero tenemos mucho trabajo por delante. En Erreka hemos tenido muchos cambios en los últimos meses, ha habido un cambio de dirección y también ha habido mucha novedad en los órganos. Esto ha traído nuevas dinámicas y tenemos que mantener un ritmo de trabajo intenso.
¿Cuáles son los retos a los que os enfrentáis a nivel de equipo, tanto a nivel de negocio como a nivel social? En este momento nuestro principal reto es el plan estratégico. Erreka es un grupo con tres líneas de negocio diferentes, cada una con su propio ecosistema. El plan estratégico debe recoger todo esto y, a su vez, debemos estar preparadas para afrontar los nuevos retos. Socialmente estamos trabajando en el plan de diversidad y en el plan de igualdad. Nuestro objetivo es ofrecer las mismas oportunidades a todas las personas, y para ello estamos realizando campañas de concienciación. La conciliación también es otro proyecto importante que queremos potenciar.
Potenciar la cultura cooperativa es uno de los retos más importantes de las cooperativas en los últimos tiempos. ¿Qué pasos crees que deberíais dar en esa dirección? Una cultura cooperativa sólida aporta grandes beneficios a la cooperativa, desde cuidar el talento interno, a impulsar el desarrollo tecnológico. Desde los valores y principios de la cooperativa debemos adaptarnos a los retos y situaciones actuales. Vivimos grandes cambios sociales, de mercado y económicos, y las cooperativas también tienen que adaptarse a esta nueva situación.
En los últimos años habéis desarrollado una estrategia de captación de jóvenes. ¿Qué resultados ha dado esa estrategia? La juventud tiene hoy en día diferentes prioridades y las condiciones de conciliación son muy importantes. En las entrevistas, los aspectos económicos no son los únicos; también se ponen sobre la mesa las condiciones para conciliar la vida familiar y laboral. También tenemos que adaptarnos a ese cambio y en eso estamos trabajando.
¿Qué diferencia a Erreka? Erreka ha demostrado una gran valentía en su trayectoria. Hemos pasado de ser un pequeño taller, que fabricaba tornillos para automoción, a una empresa con tres líneas de negocio sólidas, con filiales y delegaciones de todo el mundo. Seguimos en la senda del crecimiento, que es una de nuestras señas de identidad: la valentía para buscar nuevas oportunidades y trabajarlas.