SERES , compañía pionera y especialista en Intercambio Electrónico seguro de Documentos, ha publicado una nueva edición de su "
Estudio comparativo del uso de la factura electrónica en España " correspondiente al ejercicio 2022, donde se incluye un análisis completo de la emisión y recepción de documentos por comunidades autónomas, tamaños de empresa y sectores de actividad en España en el periodo comprendido entre 2021 y 2022.
Los datos de este informe actualizan los correspondientes al año 2021 que, a diferencia de informes publicados en años anteriores, se contextualizan como
antesala a la aprobación de la Ley Crea y Crece , en vigor desde el 19 de octubre de 2022, y la obligatoriedad de emitir facturas electrónicas entre empresas y autónomos. Una medida a la que tendrán que comenzar a acogerse progresivamente a partir de 2024.
El informe revela que el sector inmobiliario es una de las áreas de actividad con menor digitalización pese a su importancia estratégica para la economía española. El acceso a tecnologías digitales como la factura electrónica fue una de las herramientas con menor grado de implantación dentro del sector. En 2022, el
volumen de facturas electrónicas emitidas en el sector inmobiliario representó el 0,86% del total nacional . Este es el segundo valor más bajo de todas las ramas de actividad analizadas, y sólo se encuentra por delante del sector educativo (0,63%). En términos
de e-facturas recibidas, el sector inmobiliario concentró un 0,31% del total nacional , el cuarto dato más bajo registrado en el informe. El sector educativo (013%), el agrícola y ganadero (0,10%) y la industria extractiva (0,04%) completaron la parte baja del ranking.
Por otro lado, el estudio detalla que
el sector inmobiliario también se situó en las últimas posiciones en términos de empresas emisoras y receptoras de facturas electrónicas . Así, el sector representó el 0,41% de las empresas emisoras de esta herramienta digital, mientras que en términos de recepción su uso fue inexistente en el último año.
Estos datos contrastan con los volúmenes de facturas emitidas en el sector de la construcción. En concreto,
la emisión de e-facturas representó el 7,05% del total nacional , sólo superado por la industria (28,31%) y el retail (23,14%). Este es el tercer valor más alto a nivel nacional, lo que refleja un nivel más alto de madurez y preparación tecnológica respecto a otros sectores de actividad. En lo que respecta al
volumen de e-facturas recibidas, la construcción se situó con uno de los índices más bajos que recoge el informe de SERES , un 0,77% del total nacional, manteniendo una tendencia similar a la registrada en el sector inmobiliario.
Asimismo, el informe revela que la construcción también se sitúo en las primeras posiciones en número de
empresas emisoras de facturas electrónicas . En concreto,
el sector de la construcción representó un 6,75% del total nacional , sólo superada por la industria (27,75%) y el retail (27%). Estos dos últimos se posicionaron como los principales emisores de facturas electrónicas en comparación con otros sectores, aunque la construcción mantuvo una posición significativa en el ranking.
Unos datos positivos que reflejan el significativo avance que están experimentando las pymes del sector de la construcción en esta área, especialmente en la modernización y digitalización de sus procesos comerciales .
En lo que respecta al número de empresas receptoras, la construcción se situó en el 1,34% del conjunto nacional el año pasado. Así, el sector ocupó la séptima posición en la lista, que estuvo encabezada por la industria (36,70%) y el retail (30,55%).
Javier López , director general en SERES, explica que "los datos del informe evidencian que el sector inmobiliario enfrenta un importante desafío en términos de digitalización. Con un bajo porcentaje de facturas electrónicas emitidas y recibidas en comparación con otros sectores, es crucial que las pymes del sector inmobiliarias tomen medidas para mejorar sus procesos comerciales. Las pymes del sector de la construcción comienzan a marcar el futuro para el sector. Sin embargo, aún hay oportunidades de mejora en el uso de la factura electrónica. Uno de esos desafíos se encuentra en aprovechar adecuadamente su nivel de madurez tecnológica para seguir optimizando sus procesos financieros y administrativos, lo que se traducirá en importantes beneficios en términos de eficiencia operativa y reducción de costes".
Datos nacionales El informe refleja que, en los ámbitos B2B, B2G y B2C,
el volumen total de facturas electrónicas intercambiadas alcanzó las 379.203.250 , un
22,77% más que en 2021 . En concreto,
el ámbito B2B encabezó el ranking con un total de 339.987.782 facturas electrónicas emitidas en transacciones comerciales entre empresas, una subida del 31,98% en comparación con 2021, lo que se traduce en
82.382.249 facturas electrónicas más .
Por otro lado, el estudio recoge las causas positivas que otorga el uso de la factura electrónica en el medioambiente que, sumado al ahorro de tiempo y material que este recurso conlleva, supone un ahorro significativo en costes para las compañías. Así,
el uso de la factura electrónica en 2022 contribuyó al ahorro de 2.942.617.220 de euros en costes de gestión y evitó un uso de papel equivalente a 16.486 pinos , ahorrando un 30% en términos medioambientales y un tiempo en horas de trabajo equivalente a 740 años laborales. Finalmente, el uso de la factura electrónica en 2022 contribuyó al
ahorro de más de 2.600 millones de euros en costes de gestión en entornos B2B , un
25,32% más respecto al ejercicio anterior.
Las claves: Aumenta el uso de la factura electrónica en entornos B2B con el sector terciario y las pequeñas empresas a la cabeza La expansión de la factura electrónica en España viene explicada, en parte, por el aumento de la digitalización empresarial tras la pandemia. La Ley de Creación y Crecimiento impulsada por el Gobierno de España, que entró en vigor el 19 de octubre de 2022, introduce como novedad la obligatoriedad de uso de la facturación en las relaciones comerciales entre empresas privadas y profesionales del sector con el fin de impulsar el emprendimiento y el desarrollo empresarial. Esta normativa
será obligatoria en la primavera de 2024 para empresas y autónomos que facturen más de 8 millones, y para las demás en 2025 . Esto hace prever que el avance de la e-factura seguirá creciendo, convirtiéndose en una oportunidad única para agilizar, mejorar la eficiencia de las empresas y optimizar recursos.
Los datos reflejados en este estudio destacan la
importante actividad que la factura electrónica está teniendo en sectores como el de gran consumo, la automoción, la industria y la construcción . Sin embargo, su avance en otras áreas continúa siendo insuficiente, especialmente dentro de áreas de negocio más reticentes al uso habitual de estas herramientas en sus relaciones comerciales, como es el caso del sector primario.
Las pequeñas empresas se sitúan a la cabeza en el uso de la factura electrónica , aunque en este último año también ha repuntado entre las grandes empresas. Son más de la mitad las empresas del sector terciario que ya emiten y reciben documentación electrónicamente, seguidos muy de cerca por los negocios industriales. Las cifras indican que la transformación digital en las empresas va en buena dirección, aunque todavía hay margen de mejora.