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El reto del futuro de la construcción es el objetivo de emisiones casi nulas. El 40% del consumo mundial de energía y alrededor de un tercio de las emisiones mundiales de CO2 son causados ​​por los millones de edificios privados, públicos y de uso comercial en todo el mundo.

Una pesada carga tanto para nuestro clima como para nuestra economía y, al mismo tiempo, una gran oportunidad de mejora mediante tecnologías de aislamiento con visión de futuro.

Los productos aislantes de poliuretano son una gran oportunidad para conseguirlo, ya que si comparamos su rendimiento con otros materiales similares, como el poliestireno expandido o la lana mineral, el efecto aislante del poliuretano es hasta un 40% mayor.

El rendimiento aislante de las planchas de poliuretano

El gran rendimiento aislante del poliuretano se debe a su baja conductividad térmica. Además, las planchas de poliuretano presentan una serie de beneficios adicionales, como su ligereza y versatilidad. Todo ello convierte al poliuretano en una opción muy competitiva tanto para viviendas como para comercios u oficinas.

Si los propietarios y residentes de los edificios apuestan por rehabilitar energéticamente sus viviendas con planchas de poliuretano, pueden estar seguros de que es una apuesta a largo plazo, ya que el poliuretano envejece más despacio que otros materiales aislantes, muestra buena resistencia al impacto físico, las llamas, el calor y el frío, y al mismo tiempo también regula la humedad y previene la formación de moho.

Las planchas permiten alcanzar altos niveles de aislamiento incluso en espacios pequeños, además de la construcción de paredes más delgadas. Además, las planchas de poliuretano permiten estandarizar las ventajas de aislamiento y trasladar estas ventajas al sector de la construcción privada, lo que hace posible la construcción de viviendas sostenibles con un estándar de casa pasiva que su aplicación sea mayoritaria.