La erupción del volcán de Cumbre Vieja a finales del año pasado dejó la isla de La Palma sumida en el caos. Multitud de sectores empresariales tuvieron que cesar su actividad y miles de personas fueron afectadas. Ahora, pocos meses después de la catástrofe natural, algunas industrias como la construcción, retoman el pulso con operaciones para recuperar la productividad de la isla.
Una de las industrias que está aprovechando este nuevo impulso de la construcción insular es la pesquera, para la que la firma tecnológica alicantina
Krystaline ha facilitado su novedoso aditivo impermeabilizante . Esta solución consigue estructuras de hormigón protegidas contra los efectos del agua y se está aplicando con el fin de construir la planta de preengorde de alevines más grande de Europa.
Esta nueva piscifactoría, construida para la empresa acuicultora, se realiza sobre un terreno ganado al mar en el muelle del puerto de Tazacorte, en La Palma. Esta construcción está sometida a unas condiciones muy exigentes de alta presión hidrostática sobre la estructura y además está expuesta al ambiente marino, tan susceptibles de sufrir corrosión.
La planta de preengorde de alevines más grande de Europa La nueva instalación opera con agua salada, lo que provoca que toda la estructura de hormigón tenga que estar protegida. Por ello,
Krystaline, de la mano de su distribuidor en Canarias, ECOOS , ha garantizado que la estructura tenga una mayor vida útil y durabilidad con su producto
Krystaline Add1 . Esta innovadora solución ha sido la utilizada para
impermeabilizar el hormigón creando un producto más sostenible .
La aplicación del recubrimiento tecnológico cuenta con la ventaja de no afectar a la calidad del agua a la par que se garantiza el correcto funcionamiento de la planta, ya que los alevines son muy vulnerables a cualquier cambio ambiental.
Las plantas de preengorde se utilizan para alojar a los alevines de los peces, que no son cuidados por sus padres después de su nacimiento. Las crías son puestas en estos acuarios para evitar que puedan ser devorados por sus propios progenitores o por otros peces cuando están en un acuario comunitario hasta que sean suficientemente grandes para que puedan ser puestos a la venta.
Con este tipo de operaciones se garantiza que regiones como Tazacorte, que estuvo muy cerca de la destrucción ocasionada por el volcán, no cese su desarrollo y mantenga su crecimiento. Además, dota a este pequeño municipio de menos de 5.000 habitantes de una
piscifactoría levantada con tecnología puntera que permitirá una mayor contratación de personal en un sector de peso en el territorio como el pesquero.