Hay muchos factores a tener en cuenta a la hora de
mejorar la eficiencia energética de una edificación . Todos ellos supondrán un importante ahorro económico y de emisiones, contribuyendo así a que nuestras ciudades tengan un aire más limpio. Tal y como exigen los
Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) .
Las inversiones más eficaces para ahorrar energía Sin duda, las mejoras que aportarán mayor eficiencia son las relacionadas con la
rehabilitación energética . Es el caso de la renovación de las instalaciones de agua y electricidad, así como la instalación de calefacción, la sustitución de ventanas por otras más eficientes y la inversión en un aislamiento térmico de poliuretano.
De hecho,
aislar la envolvente de la edificación con poliuretano puede suponer hasta un 75% menos de demanda energética. Su baja conductividad térmica y la sencillez de su instalación lo convierten en el aislamiento óptimo tanto en construcción residencial como industrial. Ya sea como espuma proyectada, inyectada, con planchas o con paneles sándwich, la versatilidad del poliuretano le permite adaptarse a cada necesidad con soluciones eficaces, económicas y sostenibles. Y, todo,
sin perder espacio habitable .
El
aislamiento con poliuretano es muy rentable y se amortiza en menos de 10 años, según el tipo de calefacción de que se disponga. Además, las distintas administraciones ofrecen ayudas para la rehabilitación de viviendas. Un ejemplo es el
Programa de fomento de la mejora de la eficiencia energética y la sostenibilidad de la vivienda . En este caso, entre las actuaciones subvencionables —para construcciones anteriores al 1 de enero de 1996— se encuentran también la mejora de sistemas de calefacción, refrigeración o producción de agua caliente sanitaria, así como la ventilación para el acondicionamiento térmico.
En otro orden de cosas, también se puede mejorar la eficiencia invirtiendo en la recogida y reutilización de aguas de lluvia mediante aljibe y, también, en la utilización de especies vegetales de baja demanda de agua.
Cómo mejorar la eficiencia energética en el día a día Además de estas acciones de mayor calado, hay pequeños cambios que podemos realizar de forma sencilla. Todo suma a la hora de conseguir mayor eficiencia en el hogar.
Es el caso de, por ejemplo, adquirir
electrodomésticos con la etiqueta energética A+++ , que es la máxima posible y garantiza un bajo consumo. Lo mismo ocurre con la iluminación; el cambio a luces LED y bombillas de bajo consumo supone un importante ahorro en electricidad.
También podemos
modificar pequeños hábitos diarios , como desenchufar aquello que no usamos, llenar siempre la lavadora y el lavavajillas antes de ponerlos en funcionamiento, aprovechar la luz natural al máximo, vigilar que los radiadores estén limpios y sin ningún mueble cerca cuando estén encendidos, colocar toldos para proteger del sol del verano, utilizar el calor residual de hornos y vitrocerámicas, cocinar con olla a presión…
En definitiva, la mejora de la eficiencia energética de las viviendas se puede acometer desde múltiples puntos, si bien el aislamiento térmico es una pieza clave para que el ahorro sea relevante. La aplicación de estas medidas mejorarán, sin duda, el nivel de ahorro y el confort.