La pandemia provocada por el coronavirus de Wuhan sigue extendiéndose a lo largo y ancho del planeta. La respuesta de la sociedad se ha activado en todos los ámbitos. Desde las administraciones públicas de todos los países, la ciudadanía en general y diversos sectores industriales están haciendo grandes esfuerzos por frenar su avance. Otros profesionales, trabajan en medidas preventivas y en aplicar la inteligencia colectiva tanto en el presente como de cara al futuro. Es el caso de los facility managers, que tienen una razonable cuota de responsabilidad y las medidas que tomen pueden tener repercusiones directas en la seguridad de la ciudadanía. Debido a esta tesitura, la disciplina del Facility Management se encuentra frente al desafío de aportar soluciones más allá de la propia gestión y mantenimiento de los edificios y ofrecer todos los medios disponibles a su alcance para colaborar en una lucha a la que no es en absoluto ajena.
Una de las medidas recomendadas es la reducción de la proximidad física del personal, por ejemplo, evitando aglomeraciones en los ascensores o velando porque los trabajadores puedan desarrollar sus labores en espacios de al menos 2,5 metros cuadrados cada uno. También se debe considerar la posibilidad de establecer varios equipos de trabajo en diferentes turnos o distintos días evitando un número mayor de personas en un mismo espacio de trabajo.
La limpieza de las instalaciones, tal y como afirman las autoridades sanitarias, es vital para combatir la epidemia. Reforzar las tareas de desinfección de los espacios gestionados es fundamental para reducir la probabilidad de supervivencia del virus en superficies y objetos. Además, conviene que los profesionales de la limpieza reciban la formación adecuada sobre los procedimientos y productos de limpieza que deben utilizarse para poder afrontar su tarea con la máxima seguridad y la mayor eficiencia. Asimismo, también es una buena opción colocar dispensadores de gel desinfectante a base de alcohol en los puntos con mayor tráfico de personas para contribuir así a la higiene personal y a la seguridad colectiva.
Más allá de la incuestionable necesidad de extremar los protocolos de limpieza, conviene asegurarse de facilitar el flujo de personas en los accesos al edificio y a sus distintas estancias para evitar el contacto que estas puedan tener con puertas, pomos y picaportes. Para ello, contar con un sistema de puertas automáticas es una ventaja evidente. En su blog,
Manusa , compañía internacional dedicada al diseño, fabricación e instalación de accesos inteligentes, habla de las soluciones que se pueden aportar en este aspecto para ayudar a frenar la expansión de los contagios.
Otra de las medidas que se recomienda tomar ante la propagación del SARS-CoV-2 es una profunda revisión y adecuación de los sistemas de filtración de aire, tal y como ha hecho el Hospital Clinic de Barcelona. La utilización de filtros HEPA (High Efficiency Particulate Air), cuyo uso es obligatorio en centros sanitarios y su eficacia en el filtrado de virus y bacterias está garantizada, puede ser una muy buena solución.
Como facility managers, es fundamental también desarrollar una buena estrategia de comunicación para mantener a todo el personal informado de las cuestiones más elementales con respecto a cómo evitar la expansión del virus. Promover una campaña de recomendaciones básicas de higiene como el lavado de manos o evitar tocarse nariz, ojos y boca, así como recordar el distanciamiento social o el uso de mascarillas, puede resultar muy efectivo y ayudar a evitar posibles nuevos contagios. De igual manera, puede ser de mucha utilidad proporcionar las instrucciones necesarias sobre cómo actuar en caso de que un empleado sospeche de un posible contagio.
La magnitud de la pandemia no tiene precedentes en la sociedad globalizada de la que formamos parte. La lucha contra el coronavirus pasará, pero deberemos estar preparados para afrontar, en caso de que las hubiere, futuras pandemias. Es por ello que buena parte de las medidas de contención que se tomen estos días deberán ser revisadas e implementadas en los protocolos de seguridad y prevención de posibles epidemias en el futuro. Porque ante el riesgo que supondría una nueva pandemia, la sociedad debe estar más preparada que nunca… y el Facility Management también.