Empresa

Aquí y allá todavía se encuentra alguna valla solitaria en el terreno de la fábrica de Rittal en Haiger, Alemania. Pero no por mucho tiempo: las vallas y las grúas se están desmontando poco a poco. Ahora, detrás del Rittal Innovation Center y del Global Distribution Center de Rittal se erige la nueva fábrica cuyas obras han terminado oficialmente. Ni Shanghái ni Chicago: Haiger se convertirá en la futura sede de Rittal tras llevar a cabo la mayor inversión en la historia de la empresa.

Las autoridades han inspeccionado detenidamente la fábrica de Haiger en términos de seguridad, protección contra incendios y vías de evacuación. El resultado: el edificio en obras de la fábrica de Rittal en Haiger se ha terminado oficialmente. Las obras de construcción se han completado oficialmente y se ha concedido el permiso para operar la planta: «hemos podido terminar todas las obras dentro del plazo y el presupuesto previstos, y las autoridades no interpusieron ninguna queja», informa Carsten Röttchen, Director de Producción Internacional en Rittal.

Sin embargo, que las obras hayan terminado no significa que hayan acabado: ahora se inician las instalaciones interiores de la fábrica, que algún día se convertirá en el centro de producción de armarios de distribución más moderno del mundo. «Instalaremos más de 100 máquinas y componentes de la planta de alta tecnología antes de poder arrancar la producción; esta es la próxima y colosal tarea a la que nuestro equipo debe enfrentarse», añade Röttchen.

Junto con el Rittal Innovation Center y el Global Distribution Center de Rittal, en el futuro Haiger se convertirá en la sede estrella. En total, Haiger contará con casi 1.000 empleados. Rittal está invirtiendo más de 250 millones de euros en la región, lo que la convierte en la inversión más grande que jamás ha hecho la empresa. Y vale la pena: este 2018 la producción arrancará en esta planta de 24.000 metros cuadrados. A partir de 2019 se producirán alrededor de 9.000 envolventes al día.