La compañía especializada en construcción industrializada pasiva
ARQUIMA ha establecido un acuerdo de colaboración con el arquitecto y geobiólogo
Pere León para desarrollar, de manera conjunta, un prototipo de vivienda bio-pasiva.
En la actualidad todos intentamos cuidar nuestra salud día a día, ya sea haciendo ejercicio físico, llevando una dieta sana y equilibrada basada en productos ecológicos, controlando nuestra salud, etc., pero no somos consientes de cómo pude llegar a afectar a nuestro cuerpo el hecho de vivir en una casa sometida a las alteraciones naturales o artificiales que la rodean.
La geobiología, que es la suma de dos ramas científicas, la geología y la biología, es una nueva ciencia que estudia la relación entre la tierra y los seres vivos. En la práctica, se concreta en el estudio de cómo afectan a los seres humanos las energías naturales que emanan de la tierra (entre ellas fallas producidas por vetas de agua y fallas geológicas), además de las energías artificiales creadas por el hombre (campos eléctricos, magnéticos, de alta y baja frecuencia, etc.).
En nuestro país, la geobiología y sus aplicaciones todavía se conocen poco y queda mucho camino por recorrer, a diferencia de otros países europeos, sobre todo Alemania y Francia, pioneros en este campo.
El objetivo principal de la geobiología es mejorar la calidad de la vida de las personas, ya que nos ayuda a protegernos de las agresiones externas que potencialmente pueden perjudicar a nuestro organismo.
Se trata de una ciencia que aúna conocimientos ancestrales con investigaciones científicas recientes, rigurosas y documentadas. De hecho, en una prospección geobiológica, se usan tanto las técnicas tradicionales de la rabdomancia o la radiestesia, como modernos dispositivos que confirman y cuantifican la información encontrada. Así pues, la geobiología puede ayudarnos a mejorar el espacio que habitamos y nuestro estado de salud.
Cada vez más arquitectos, constructores y promotores, entre los que se encuentra
ARQUIMA , se preocupan por diseñar y construir viviendas no solo acogedoras y seguras, sino también libres de radiaciones geopatógenas y electrosmog o contaminación electromagnética, entre otras. Algunos arquitectos, de hecho, creen que debería ser obligatorio obtener un certificado de biohabitabilidad para cada nuevo proyecto.
Toni Escudé, máster en baubiologie por el
Instituto Español de Baubiologie , arquitecto y prescriptor de
ARQUIMA , recomienda un estudio geobiológico de la parcela en la que se va a construir la vivienda o edificio para, desde un inicio, poder tener en cuenta y prevenir en fase de proyecto posibles alteraciones naturales o artificiales perjudiciales para la salud de las personas que la habitarán en un futuro.
Pere León , arquitecto y geobiólogo especializado en análisis ambiental y bioconstrucción, dirige su propio estudio de arquitectura biológica e interiorismo saludable y es autor de las obras
La buena onda (Ed. Grijalbo, 2013) y Vivir en modo avión (Ed. Urano, 2015) .