El suelo sin edificar en las grandes ciudades escasea, por ello la rehabilitación de edificios supone un punto esencial para garantizar la calidad de vida y habitabilidad de las viviendas en los casos urbanos. Un ejemplo de este impulso a la rehabilitación energética es Cataluña, y en concreto Barcelona, donde este año 2017 se han incrementado notablemente las partidas destinadas a la rehabilitación. Este año en la ciudad condal, el Consorci de l’Habitatge de Barcelona (formado por la
Generalitat de Catalunya y el
Ayuntamiento de Barcelona ) destinará 46,6 millones de euros para mejorar las condiciones de los interiores y exteriores de las viviendas, y fomentar la salud, la seguridad, la accesibilidad y el ahorro energético.
Estas ayudas pueden llegar a costear hasta el 60% del coste de las obras destinadas a reducir el consumo energético de las fincas, con un máximo de 60.000 euros; hasta el 50% en intervenciones para mejorar el comportamiento energético de todo el edificio (con un máximo de 60.000 euros), y si la actuación es parcial, la ayuda es del 35% del coste con un máximo de 30.000 euros.
El objetivo es concienciar a la ciudadanía de que tanto la rehabilitación energética de la envolvente como del interior de las viviendas es fundamental para la sostenibilidad y la calidad de vida, dos aspectos que repercuten de forma directa y positiva en la salud de los habitantes.
La rehabilitación energética con poliuretano El uso de los sistemas de poliuretano en la rehabilitación de edificios y viviendas se ha incrementado en los últimos años notablemente debido a su gran adaptabilidad y su baja conductividad higrotérmica que garantiza un óptimo aislamiento de la envolvente.
Cuando hablamos de rehabilitación de edificios, la tipología que se puede encontrar en los mismos en muy variada. Además, en muchos cascos históricos de las ciudades, a menudo se da la situación añadida de que las fachadas están catalogadas, protegidas o simplemente no se puede o se desea intervenir por el exterior, ni perder espacio interior. En estos casos, la inyección de espumas de poliuretano son la mejor opción para garantizar la rehabilitación energética.
El poliuretano supone enormes ahorros energéticos gracias al revestimiento hermético que crea la espuma de poliuretano rígido. La aplicación de los sistemas de poliuretano aporta rigidez estructural al edificio, posee una gran adherencia sobre las diferentes superficies, y mejora la amortiguación de vibraciones sobre superficies.
Además, gracias a su capacidad para sellar la estructura frente a la humedad y las posibles fugas de aire consigue reforzar la misma y eliminar las roturas de puente térmico. Todo ello, unido a sus prestaciones de durabilidad y resistencia hacen que las actuaciones de rehabilitación energética con poliuretano sean una de las soluciones de aislamiento más empleadas en el sector de la construcción.