Aunque la
rehabilitación energética de edificios sigue siendo una gran desconocida para muchas personas, es importante tenerla muy en cuenta, ya que nuestra salud va a depender en gran medida de cómo de energéticamente eficiente sea el edificio en el que residamos o trabajemos.
Numerosos estudios avalan el hecho de que vivir o trabajar en edificios que se encuentran en malas condiciones a nivel de aislamiento va a repercutir notablemente en nuestra salud. El hecho de que las personas estén expuestas a elevadas temperaturas en verano, muy bajas en invierno, a la presencia de humedades o a ruidos, va a provocarles un descenso en la calidad de vida y de descanso, lo que a su vez se traduce en un deterioro de la salud. Recientes estudios publicados sobre ciudades como Londres o Madrid confirman estos datos. La
pobreza energética hace que se produzcan trastornos como depresión, estrés, absentismo laboral, e incluso que se incremente el índice de mortalidad.
Mediante una correcta rehabilitación energética del edificio se conseguirá un gran ahorro en el consumo energético, y una mejora significativa de la calidad de vida de las personas que habitan el inmueble.
¿Cómo conseguir una correcta rehabilitación? - Uno de los elementos clave en la rehabilitación del edificio es el
aislamiento térmico de la fachada . Reparar grietas, fisuras y mejorar el estado general de la envolvente, ayudará de manera significativa a evitar intercambios de temperatura entre el interior y el exterior del inmueble.
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Puertas y ventanas . A través de estos elementos se producen grandes intercambios de temperatura, especialmente en aquellas edificaciones más antiguas. Por ello, es necesario mejorarlas o cambiarlas por unas más actuales. En el caso de las ventanas, es prioritario que cuenten con doble acristalamiento y con marcos con rotura del puente térmico. Ambas soluciones disiparán el frío, el calor y la humedad, haciendo que la temperatura del interior del edificio sea más constante y teniendo que hacer un menor uso de los equipos de aire acondicionado y calefacción.
Las puertas, por su parte, también son elementos a los que hay que prestar especial atención, ya que en muchas ocasiones permanecen abiertas más tiempo del necesario por olvidos o despistes, o no cuentan con la estanqueidad necesaria para evitar las filtraciones de aire frío o caliente. Una de las soluciones más recomendables pasa por instalar
puertas automáticas , no sólo en edificios de oficinas, también en edificios residenciales, y prácticamente en cualquier lugar que se desee. Las
puertas automáticas van a mejorar considerablemente el confort dentro de las instalaciones porque van a permanecer cerradas en todo momento, abriéndose únicamente cuando detecten flujo de personas. Gracias a ellas, además de evitarse descuidos a la hora de cerrar la puerta, se reducen las filtraciones gracias a la estanqueidad de los sistemas, que impiden que se cuele el aire a través de sus juntas del exterior al interior y viceversa. Este sistema de apertura y cierre garantiza unas
condiciones óptimas y de
máximo confort en el interior del edificio, lo que a su vez repercute de manera positiva en la salud de los habitantes o trabajadores.
- Los
niveles de humedad son también otro de los puntos a controlar, ya que el exceso de humedad en las viviendas suele desembocar en graves problemas de salud, especialmente respiratorios. Un nivel superior al 65% se considera perjudicial para la salud debido a la proliferación de microorganismos como los ácaros o los hongos del moho. El exceso de humedad puede desembocar también en problemas de alergias respiratorias, síntomas asmáticos, infecciones respiratorias o reuma. Para evitar que un edificio tenga exceso de humedad es necesario aplicar las medidas comentadas anteriormente, es decir, reparar las grietas y fisuras existentes, reforzar la envolvente del edificio, y prestar especial atención a puertas y ventanas.
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Insonorización . Es prioritario que el edificio se encuentre dentro de los niveles considerados como "óptimos de decibelios". El ruido es uno de los problemas que más se ignora y sin embargo, según datos extraídos de numerosos estudios médicos, puede llegar a ocasionar graves enfermedades y trastornos mentales. Los elevados niveles de ruido pueden causar desde problemas fisiológicos como la pérdida paulatina de audición, hipertensión, o enfermedades cardíacas, hasta trastornos psicológicos como irritabilidad, cansancio, problemas de concentración o estrés entre otros.
Además de mejorar las condiciones de salud de los habitantes, las reformas estructurales van a ayudar a que el edificio sea
eficiente a nivel energético , siendo menor el consumo, el gasto a nivel económico, y las emisiones contaminantes a la atmósfera, que también tienen un impacto directo sobre nuestra salud.