El Ayuntamiento de Alcorcón (Madrid) se ha erigido en paladín de las conocidas como casas prefabricadas.
Posiblemente, esto se debe a que este municipio ve en el horizonte un gran proyecto inmobiliario e infraestructural, con la inminente construcción de "Eurovegas".
Fue una jornada convocada el pasado día 21 de marzo por su alcalde, David Pérez García, donde estaban presentes, entre otras personalidades, los Directores Generales de Industria y Vivienda de la Comunidad de Madrid.
Fruto de esta iniciativa, la Asociación de Fabricantes y Constructores de Casas de Madera de España (
AFCCM ), encabezada por su presidente y su secretaria general; Manuel Muelas Peña y Olga Moro-Coco, respectivamente, ha logrado reunirse con representantes del Ministerio de Fomento para debatir sobre el pasado, presente y futuro de las viviendas fabricadas.
El Ministerio ha encargado a la Asociación que redacte un borrador de normativa, dirigido a la Dirección General de la Vivienda, donde se recojan las peculiaridades y demandas de este segmento de actividad.
"En ausencia de una normativa específica sobre la materia, se está aplicando a la fabricación de viviendas la misma norma que a la construcción de viviendas, lo cual genera confusión y perjuicios notables a quienes nos dedicamos a fabricar casas de madera -explica Manuel Muelas, Presidente de
AFCCM -.
Es cierto que hay muchas cosas aplicables a ambos campos, relativas a habitabilidad, seguridad, salubridad, etc., pero hay otra serie de cosas, como la repercusión medioambiental o el ahorro energético en las que existen diferencias importantes. Esto, al fin, se empieza a reconocer" .
Uno de los talones de Aquiles en la realidad vigente reside en el hecho de que los ayuntamientos exijan a los fabricantes de viviendas pagar una licencia de obra cuando instala de pocas horas una casa en un solar. Tampoco parece lógico solicitar y pagar una licencia de demolición más otra nueva de obra cuando se traslada una vivienda de este tipo de un lugar a otro, ya que se trata del mismo producto.
"Estas cosas pueden parecer irrelevantes, pero representan el futuro de un sector industrial moderno y de gran potencial, y son apoyadas desde la Unión Europea y Estados Unidos -concluye el Presidente de la Asociación de Fabricantes y Constructores de Casas de Madera-,
donde se asigna al fabricante una serie de responsabilidades; eliminando a su vez numerosos trámites en el camino. Eso es lo que pedimos a los citados organismos, para modernizar y racionalizar el sector" .