Con el modelo
876, Testo inaugura un diseño tipo videocámara para los modelos de acceso a la termografía. El modelo
882 , en el habitual diseño tipo "pistola", es todavía más precisa y fiable gracias a la resolución de su detector aumentada a 320x240 píxeles.
Estos nuevos modelos suponen la tercera generación de cámaras termográficas
Testo , cuya primera incursión en el mercado de la termografía data de 2007. Daniel Auer, Responsable del Área de Productos de la Tecnología de Medición por Infrarrojos en la central de
Testo en Alemania:
"Testo combina de forma habitual la última tecnología con una innovación constante. Para el desarrollo de nuestras soluciones termográficas nos apoyamos en este punto fuerte de la empresa, y tal como han corroborado estos últimos años, ha sido todo un éxito. Con estos dos nuevos productos, una vez más marcamos el paso en lo que respecta a estándares tecnológicos, para poder ofrecer a nuestros clientes un valor añadido más a su adquisición" .
testo 876 - la última tecnología en diseño videocámara Con el modelo
876, testo introduce en el mercado la primera cámara termográfica en formato videocámara, lo que coloca a
Testo a la vanguardia de este segmento.
Esta cámara destaca por su ligereza (aprox. 900 g) y por estar equipada con una pantalla giratoria plegable, lo que facilita la termografía en lugares de difícil acceso.
Este factor abre nuevas posibilidades, especialmente en el campo de la termografía industrial profesional: dado que la pantalla puede rotar hasta 180°, se puede usar a una altura por encima de la cabeza del usuario sin problemas. Para los usuarios del sector de la construcción o del mantenimiento industrial también representará una ventaja poder termografiar fácilmente y desde cualquier ángulo zonas de difícil acceso. Además, los objetivos intercambiables permiten obtener siempre la imagen deseada, ya sea más amplia o más detallada. Gracias a su bajo peso y su fácil manejo, la
testo 876 se adapta óptimamente a los requisitos del termógrafo.
La mejor calidad de imagen: la testo 882 Es la primera cámara termográfica de
Testo con el detector de 320x240 píxeles, por lo que no es necesario disponer de un objetivo intercambiable para obtener una imagen muy detallada. Esta cámara está equipada con un objetivo angular de 32° con el que se obtienen termografías muy precisas y en las que se observan gran cantidad de detalles. Tal y como ocurre con la
testo 876 , la seguridad es una característica primordial: desde una distancia prudencial no hay problemas para detectar el menor fallo en un lugar de difícil acceso o en identificar de forma precisa y fiable cualquier anomalía en zonas peligrosas de sistemas industriales. El detector de 320x240 píxeles de la
testo 882 cumple con los actuales estándares de la termografía en la construcción y con las directrices de la German Federal Association for Applied Thermography (VATh e.V.).
El debate sobre la eficiencia energética determina el mercado de la termografía El interés en la termografía por infrarrojos se encuentra en continuo crecimiento debido a las posibilidades de aplicación de las cámaras térmicas. En Alemania, por ejemplo, el Gobierno ha delimitado recientemente unos objetivos y medidas a cumplir para la sostenibilidad energética en ese país. En este contexto, la optimización de la eficiencia energética y las reformas en edificios antiguos en relación a un mayor aprovechamiento de la energía cobran especial relevancia -un mercado en el que la agencia para la energía de la región de North Rhine-Westfalia estima en unos 350 millones de Euros (EnergieAgentur.NRW, 2009). Los edificios de nueva construcción deben tener un estatus de energía cero en el 2020, los edificios rehabilitados en el 2030. Las cámaras termográficas
Testo detectan las pérdidas energéticas debido a aislamientos defectuosos, puentes térmicos o defectos en la construcción de forma fácil, rápida y fiable.
Reaccione anticipadamente con la termografía industrial Los factores primordiales para la industria actual son el descenso en la disponibilidad de recursos, los elevados costes energéticos y la óptima explotación de la capacidad de producción. Uno de los factores de competitividad para cualquier empresa es la prevención de fallos y paradas en el sistema productivo. Un recalentamiento irregular o inesperado, ya sea en los equipos, en la maquinaria o en el sistema eléctrico puede significar un malfuncionamiento. El uso de cámaras termográficas en este sector es cada vez más habitual debido al incremento de los requisitos relativos a la productividad y la calidad.