Aprimatic Doors dispone de una amplia gama de Barreras Automáticas para adaptarse a cualquier necesidad de utilización.
Estos dispositivos son muy utilizados para controlar el acceso de vehículos a edificios, zonas privadas o de acceso restringido.
Todos estamos familiarizados con las barreras automáticas, nos las encontramos en cualquier edificio al que accedemos con el vehículo, bien sea para entrar y salir de un parking, bien sea en edificios privados en los que siempre hay un vigilante que nos toma nota y después nos abre la barrera para que pasemos, indicándonos así el punto en el que tenemos que detenernos antes de entrar. Incluso al circular por autopistas de peaje también nos las encontramos para controlar el pago del mismo. Otras veces se utilizan simplemente para indicar que no se pase a un determinado lugar y aunque por si mismas no constituyen un elemento de seguridad propiamente dicho, todos entendemos que detrás hay una zona a la que no podemos acceder sin permiso.
En edificios con control de acceso por puertas correderas, que resultan lentas para el control del tráfico, es más ágil colocar barreras detrás de las puertas para poder dejar éstas abiertas por el día y el alto número de vehículos de paso controlarlo mediante barreras que son más rápidas que las puertas.
Son muy variados los diferentes sistemas para controlar su apertura y cierre: mandos a distancia, detectores de vehículos, llaves codificadas, tarjetas de proximidad, columnas expendedoras de tickets, pulsadores para un control manual, lectores de matrículas, etc., que unido a los diversos modos de funcionamiento de la propia barrera hacen posible ese elevado número de diferentes aplicaciones en que se utilizan.
La extensa gama de
Barreras Automáticas de Aprimatic cubren zonas de paso desde los 2 hasta los 8 m, con posibilidad de mástiles articulados para zonas con techo limitado, también con diversas velocidades de maniobras, siendo las más rápidas de 1 seg.
Se fabrican con tecnologías diferentes, así están las hidráulicas y las electromecánicas, con alimentaciones eléctricas monofásicas, trifásicas y de 24 V, acabados en hierro lacado, acero inoxidable y acero lacado, con diferentes índices de utilización que van desde el uso semi-intensivo hasta el uso continuo, cubriendo así todo un abanico de posibilidades.