Cada vez son más los expertos que, con los datos en la mano, avalan la instalación de superficies de juego de hierba sintética frente a las de hierba natural. Las ventajas que ofrecen las canchas deportivas de césped artificial son, gracias a los últimos avances técnicos, superiores en muchos sentidos a las que se dan en las tradicionales superficies de hierba natural. En primer lugar, desde un punto de vista económico se puede asegurar que el mantenimiento de la hierba sintética es, evidentemente, menos costoso que la que requiere la natural. Por otro lado, su instalación es una apuesta ecológica demostrada, porque además de contribuir al reciclaje de neumáticos usados (los terrenos de juego llevan un lastrado de caucho ecológico SBR que facilita la estabilidad del terreno de juego), la necesidad de regar este tipo de superficies es infinitamente inferior (menos uso de agua) y la hierba sintética no necesita ni insecticidas, ni pesticidas, ni abonos para su correcto mantenimiento (menor contaminación). Pero no sólo existen ventajas económicas y ecológicas, ya que las instalaciones deportivas de césped artificial añaden otra más desde un punto de vista práctico: sus horas de uso semanales son cuatro veces superiores a las de hierba natural.
En este sentido, hace ya trece años el ingeniero agrícola Serafín Ros Orta afirmaba en su libro "La empresa de jardinería y paisajismo" que
"los pavimentos deportivos de hierba artificial suelen soportar intensidades de uso de hasta cincuenta y sesenta horas semanales" . Por el contrario, Ros Orta señala que en el caso de las superficies de juego de césped natural
"la intensidad de uso recomendada de forma general es de doce a quince horas semanales repartidas en dos horas/día aproximadamente" . Asimismo, el autor asegura que en estas instalaciones tradicionales
"las condiciones meteorológicas pueden influir en la intensidad de uso" .
Teniendo en cuanta estos datos, las ventajas no sólo para los propietarios de las instalaciones deportivas que apuestas por el césped sintético, sino también para los usuarios, ya que de esta manera son ellos los que pueden disfrutar de más horas de juego practicando su deporte favorito. Sin duda, el deterioro que por un uso continuado sufren las superficies de hierba natural es superior. Por ello, si se quiere que estén en buenas condiciones hay que utilizarlas menos y dedicarles más cuidados profesionales. En este sentido, se recuerda en el libro "La empresa de jardinería y paisajismo" que
"los pavimentos deportivos de hierba natural están sometidos la mayor parte de las veces a un deterioro permanente, lo que exige un programa de mantenimiento y regeneración de los céspedes continuos y que debe estar dirigido y controlado por personas con la suficiente cualificación técnica" . Entre las labores de mantenimiento y conservación necesarias para estos pavimentos, el ingeniero técnico agrícola Serafín Ros Orta destaca el riego, la siega, el abonado, las reposiciones del césped deteriorado y los tratamientos fitosanitarios.
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