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Según el Balance de Criminalidad presentado por el Ministerio del Interior, en España se produjeron 33,2 robos con fuerza por cada 10.000 domicilios en 2007. Muchos de estos hurtos se llevaron a cabo mediante la manipulación de la puerta de entrada y la del garaje. Los ladrones intentan robar objetos de valor almacenados en el garaje, como bicicletas, aparatos de deporte y herramientas. Una vez dentro pueden también acceder al coche. Si existe una puerta que comunique el garaje con la vivienda, los daños y perjuicios pueden ser mucho mayores.

Pese a la latente preocupación por el desempleo, el 13,6% de la población sigue considerando la inseguridad ciudadana el primer problema. En 2008, ha aumentado la cifra de efectivos policiales (Cuerpo Nacional de Policía y Guardia Civil) un 17,2% respecto a 2003. Son ya 139.096 los agentes desplegados por todo el país.

La intrusión en domicilios es uno de los delitos más recurrentes. Uno de los últimos casos se producía a finales de 2008. Cuatro mujeres de origen bosnio eran detenidas por 14 robos en domicilios de Barcelona, concretamente en los distritos de Sarriá-Sant Gervasi y Les Corts. Las ladronas actuaban siempre en pareja y aprovechaban una puerta mal cerrada para entrar en los inmuebles. En el momento de la detención, la policía halló en poder de estas mujeres material para forzar las puertas de las casas y de los pisos.

El pasado 14 de enero, Agentes del Cuerpo Nacional de Policía detuvieron en Alicante a una pareja de nacionalidad argelina como presunta autora de 20 robos en domicilios a los que accedían abriendo la puerta con el método del "plástico". Los detenidos abrían con plástico las puertas de las viviendas que no habían sido cerradas con llave.

Madrid y Barcelona son las dos ciudades donde más viviendas se roban, pero además de estas grandes ciudades, la costa es otra de las zonas más afectadas.

Cómo preservar la seguridad del domicilio

Es recomendable sustituir las puertas de garaje viejas e inseguras por nuevas. Los cierres modernos constan de características con un estándar de seguridad que constituye una traba prácticamente insuperable para los ladrones.

Hace diez años, Hörmann, grupo europeo líder especializado en puertas, portones, cercos y motorizaciones, lanzó al mercado el primer bloqueo automático para puertas de garaje. En las puertas con accionamiento automático del fabricante alemán, el bloqueo automático de la puerta provisto de forma estándar en el carril del automatismo impide un acceso no autorizado al garaje. De esta forma la puerta cerrada se bloquea y queda protegida contra el apalancamiento. Esta función de bloqueo automático funciona de forma mecánica, incluso si hay un corte de corriente.

Para proteger las puertas seccionales de accionamiento manual contra la intrusión, Hörmann ofrece un mecanismo de bloqueo por pestillo automático. Este bloqueo funciona según un simple principio: un pestillo automático estable y auto encastrable se acopla alrededor de un perno macizo. De esta manera la puerta queda cerrada de forma segura contra la intrusión. Si los ladrones intentan abrir la puerta por la fuerza desde el exterior, el probado mecanismo sabe impedirlo.

La puerta de entrada del domicilio debe estar provista de un equipamiento anti intrusión, sobre todo si la casa se encuentra retirada de la calle y la zona de entrada no está a la vista delos transeúntes.

Las puertas de entrada de aluminio de Hörmann, por ejemplo, ofrecen una buena protección anti intrusión gracias al equipamiento de seguridad estándar. Mediante una cerradura de seguridad de cinco puntos con un total de tres pasadores basculantes de acero y dos ganchos adicionales, la puerta queda asegurada en cinco puntos simplemente girando la llave. Además, al cerrar se encastran varios pernos de seguridad macizos en el marco. Para que no puedan usarse destornilladores y utensilios similares para abrir la puerta, unas rosetas de seguridad especiales protegen el cilindro de perfil adicionalmente contra el taladro y la apertura por giro. Bajo consulta pueden realizarse otros equipamientos de seguridad más altos, como por ejemplo un gancho de acero integrado. De esta forma, la puerta puede abrirse ligeramente sin que los invitados no deseados puedan abrirla completamente.