Parecía impensable hace más de una década que el césped artificial fuera a alcanzar el estatus y consideración que hoy tiene en el mundo de fútbol. Las innovaciones incorporadas por los fabricantes y empresas del sector han permitido desarrollar sistemas sintéticos que ofrecen las propiedades biomecánicas de un césped natural y añaden además beneficios en el mantenimiento de las instalaciones y para el respeto al medio ambiente. Después de innumerables pruebas, comprobaciones y estudios con jugadores, entrenadores, instructores y médicos, y tras cientos de proyectos e incontables modificaciones, el césped artificial ha revolucionado bajo muchos ángulos todo el mundo del deporte y, en particular, del balompié.
Y al igual que ocurre en las competiciones deportivas, también en esta "liga" hay un líder indiscutible, en este caso representado por la compañía FieldTurf Tarkett. Esta empresa ha enarbolado los principales hitos mundiales que han permitido que la superficie sintética haya arraigado en el deporte en general y en el fútbol en particular, gracias a productos y sistemas patentados que han demostrado siempre ir por delante del mercado en la incorporación de mejoras. No en vano, FieldTurf fue la primera superficie artificial que alcanzó el status FIFA recommended, debido a su excelente rendimiento -similar al de la hierba natural-, que le ha permitido ganarse la aceptación de los jugadores de fútbol. De FieldTurf fue el primer campo artificial (Luzhniki de Moscú) en el que se celebró una ronda clasificatoria de la copa de la UEFA; y el primero en el que se celebró un torneo de fútbol de la FIFA (Jeux de la Francophonie).
El "primo" de FieldTurf en España es la empresa
Poligras Ibérica , su aliada estratégica y líder en este mercado. Juntos han desarrollado conjuntamente cientos de campos en los que juegan actualmente miles de futbolistas españoles de todas las categorías, logrando que las nuevas generaciones de deportistas se formen en instalaciones de calidad. Buena parte de los equipos de Primera División, como el F.C. Barcelona, el Atlético de Madrid, el Sevilla, el Athletic de Bilbao o el Racing de Santander también han confiado en
Poligras para sus campos de entrenamiento, en los que se están educando futbolísticamente las promesas que relevarán a estrellas como Fernando Torres, Iker Casillas, Xavi, Cesc Fábregas, Iniesta o Villa.
Calidad FIFA En el mundo del césped artificial, el pedigrí de un campo se rige por el concepto de calidad FIFA, un programa que comprende una serie de rigurosas pruebas de laboratorio y en el campo, a cuyo término los productores pueden obtener una licencia para el uso de la marca FIFA Recommended. Según esta normativa, se trata de un césped artificial concebido específicamente para el fútbol que posee la mayoría de las propiedades del césped natural, siendo perfectamente admisible en todas las categorías de juego. La certificación otorgada puede ser FIFA Recommended 1 Star, que se concede al fútbol de base, o bien FIFA Recommended 2 Star, centrada en el fútbol profesional y en los grandes estadios. De esta máxima categoría existen hoy un centenar de campos en el mundo, de los que más de una tercera parte es obra de FieldTurf.
El césped FieldTurf del Estadio Olímpico Luzhniki de Moscú es una de mas más destacadas superficies artificiales de clubes europeos de primer nivel. En este estadio, uno de los más grandes de Europa (80.000 localidades), disputan sus partidos oficiales dos históricos del fútbol, el Spartak y el Torpedo de Moscú, así como la selección rusa. El campo marcó un hito en el ascenso del césped sintético, al acoger en el 2007 un encuentro clasificatorio para la pasada Eurocopa de Austria y Suiza que enfrentó a las selecciones de Rusia e Inglaterra. Sobre el FieldTurf jugaron futbolistas de la talla de Rooney, Pavlyuchenko, Gerrard, Joe Cole o Campbell, en un encuentro arbitrado por el español Luis Medina Cantalejo que se desarrolló con total normalidad.
Luzhniki es uno de los seis campos artificiales instalados hace unos cinco años en el marco de un proyecto de la UEFA que apostó por la incorporación de la tercera generación del sistema de fibras sintéticas en estadios de primer nivel. Los otro cinco campos son el East End Park, en Dunfermline, Escocia; De Polman Standium en Almelo, Países Bajos; Eyravallen Estadio en Orebro, Suecia; Denizli Atatürk Stadium de Denizli, Turquía; y el Estadio Wals Siezenheim de Salzburgo, Austria. Todos ellos acogen hoy con normalidad competiciones nacionales e internacionales. Entre otros de los campos FieldTurf que gozan de la acreditación FIFA Recommended 2 Star, destacan el noruego Aspmyra Stadion, muy utilizado por la selección nacional de este país; el Valle Ovni Vålerenga de Oslo, donde se disputan partidos de la primera liga de Suecia; y el Skagerrak Arena de Skien (Noruega).
Aunque estos ejemplos son reveladores de la transición hacia la rama artificial, en Europa, la instalación de césped artificial en los grandes estadios de fútbol marcha por el momento a un ritmo más lento. Pero los progresos en este sentidos son notables y continuados. Al otro lado del charco, la proliferación de estadios de césped artificial ha sido más rápida. Dos de los campos más célebres los encontramos en Canadá. Se trata del BMO Field de Toronto (20.000 espectadores) y el Olímpico de Montreal (65.000), ambos construidos con el sistema FieldTurf Duo y con dos estrellas de la FIFA, donde se celebró buena parte de los partidos -incluida la final- de la última edición del Mundial de Fútbol Sub-20, en el año 2007.
Este campeonato supuso un fuerte espaldarazo a la superficie sintética gracias a las excelentes valoraciones que hicieron los futbolistas de estos dos terrenos de juego. A esto hay que añadir que un estudio de la FIFA aseguró que en esta edición, en la que 29 de los 52 partidos fueron en césped artificial, se habían producido un menor número de lesiones en comparación con las anteriores, con un promedio de 2,8 lesiones por partido (en los 48 primeros encuentros) frente a las 3,3 de otros años, datos que avalan la seguridad de este césped. Precisamente fue allí donde la nueva perla del F.C. Barcelona, Bojan Krkic, se convirtió en la revelación del torneo, lo que le abrió las puertas del primer equipo del Barça con tan sólo 17 años.
En medio del Pacífico se encuentra también un importante estadio con sistema FieldTurf, en este caso el modelo Classic (Slit-Film). Es el campo de fútbol más grande de Hawai, el Aloha Stadium, que tiene capacidad para 50.000 espectadores. Sobre este césped de hierba artificial de última generación, que habitualmente acoge partidos de fútbol americano, se disputó a principios de este año el primer campeonato internacional Pan-Pacífico, con David Beckham como estrella principal.
En Sudamérica, donde existe una masiva afición al fútbol, también el césped artificial ha tenido un crecimiento fulgurante en los últimos años. Un referente de la transformación de campos es el estadio Alfonso López, en Colombia, sede del Atlético Bucaramanga y con una capacidad de 28.000 espectadores. En 2006, el campo fue sometido a un cambio de su superficie con la instalación del sistema FieldTurf Classic, convirtiéndose en el primero de Colombia en contar con la acreditación FIFA de 2 Estrellas. Otro destacado terreno de pasto sintético es el estadio La Florida de Santiago (Chile), cuyo equipo titular es el Audaz Italiano de La Florida que juega en la Primera división del país. Sus 10.513 metros cuadrados del rectángulo de juego, cubiertos con hierba FieldTurf, han acogido recientemente partidos del Mundial Sub-20 Femenino de la FIFA.
El modelo de Estados Unidos En Estados Unidos, los grandes clubes deportivos son conscientes del potencial de este pavimento y de sus ventajas. En el fútbol americano, clubes como New York Giants, Denver Broncos, Oakland Raiders, Saint Louis Rams o News England Patriots han confiado a FieldTurf Tarkett sus terrenos de juego. Ellos son los mejores equipos de la NFL, pero también los de la liga universitaria prefieren la hierba artificial, al igual que los clubes históricos del béisbol norteamericano como los Mets de Nueva York o los Twins de Minesota. En cuanto al soccer, lo que fuera de EEUU conocemos como fútbol, han sido muchas las estrellas que han disputado partidos oficiales sobre este tipo de superficies en este país. Desde Pelé y Cruyff, que fueron las primeras estrellas de la liga estadounidense hace ya algunas décadas, hasta la estrella británica David Beckham, que desde hace dos años juega en Los Ángeles Galaxy disputando la mayoría de los partidos en artificial.
Europa está predestinada a seguir el camino abierto por las entidades deportivas de EEUU e intensificar su apuesta por este pavimento en la élite del fútbol. El fenómeno es imparable y hace unos meses el propio presidente de la FIFA, Joseph Blatter, reveló que es más que probable que algunos partidos del Mundial de Sudáfrica se jueguen sobre hierba sintética. Sin duda, un paso definitivo en el encumbramiento del césped artificial.