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Dicen que la mejor tecnología es aquella que es más acorde a las pautas y principios de la naturaleza. Esta idea siempre ha sido tenido muy en cuenta por Poligras a la hora de ofrecer superficies sintéticas que se acerquen lo más posible a las sensaciones y características de la mejor hierba natural. Y lo ha conseguido. Pues bien, Sportcrete potencia aun más esta faceta y garantiza que el comportamiento de la base de un campo sea como el de un terreno natural, sin perjuicio para su estabilidad, dureza y resistencia al paso del tiempo, tres de las grandes cualidades que asegura esta moderna técnica.

¿Pero que tiene Sportcrete para lograr esta conjunción de mejoras? Se trata de un sistema que ha sido perfeccionado a través de quince años de investigación, desarrollo e instalación en un gran número de proyectos ejecutados en todo el mundo. Fue desarrollado por primera vez en Australia y está diseñado para proporcionar a diseñadores y propietarios de instalaciones el mejor sistema ecológico que precisa la construcción de bases de campos deportivos. Para lograrlo, utiliza ingeniería química avanzada y tecnología de láser -en combinación con agregados específicos- para proporcionar bases duraderas y a la vez porosas, estables y al mismo tiempo duras.

Es la gran novedad de esta temporada para el mercado español de césped artificial y, de nuevo, Poligras tiene el protagonismo. Numerosos expertos en la construcción de instalaciones deportivas sitúan este sistema como la mejor solución por su calidad y respeto al medio ambiente y consideran que es una alternativa más beneficiosa, limpia y económica que las técnicas de asfalto, que por su composición resultan más contaminantes.

En opinión del británico Ian Tittershill, director general del sello Sportcrete, el "éxito" de este producto en el mercado español está asegurado, como lo demuestra la experiencia acumulada a nivel internacional. "Tenemos clientes en medio mundo y todo están plenamente satisfechos con los resultados obtenidos", comenta. Y subraya, "Sportcrete es único en su especio y está protegido por patente internacional. Nadie puede ofrecer o copiar las enormes prestaciones que Poligras consigue con este sistema de bases".

"Es el sistema por el que vamos a apostar en los próximos años para mejorar las cualidades físico-deportivas del césped artificial", explicó el director comercial de Poligras, Luis Barreales, quien recomienda el uso de esta base para cualquier tipo de instalación deportiva, dadas las grandes ventajas que aporta sin que ello suponga un encarecimiento del presupuesto. Según Barreales, este sistema perfecciona las condiciones de juego de un campo al potenciar cualidades como la elasticidad o la absorción de cargas, aspectos muy valorados por los deportistas que no siempre consiguen satisfacer las bases de tipo asfáltico -las más empleadas en los últimos años- por sus limitaciones técnicas.

Poligras ha desarrollado ya varios campos de fútbol de césped artificial que incorporan este sistema y los resultados no han podido ser más satisfactorios. La opinión de los gerentes de obra e instaladores es muy positiva a la hora de valorar esta aplicación, que también recibe excelentes críticas de arquitectos, ingenieros y contratistas. Entre los proyectos impulsados destaca el realizado recientemente para el club deportivo Stadium Venecia de Zaragoza, cuyo terreno de juego ha pasado a convertirse en uno de los mejores de todo Aragón dentro de la categoría de la hierba sintética, sorprendiendo a los jugadores y equipos técnicos de los equipos que lo han probado por las excelentes condiciones biomecánicas que ofrece la combinación de la base y la superficie artificial.

Las claves del éxito

Sportcrete fue desarrollado inicialmente en 1989 como base para campos sintéticos de deporte. Ahora se cuentan ya por cientos los proyectos completados con esta tecnología constructiva en todo el mundo. Desde campos para fútbol americano a canchas de tenis en Australia y Nueva Zelanda o instalaciones de golf en Europa, como el emblemático Pitch and Putt del Canal de Isabel II de Madrid, desarrollado por la firma OnlyGolf, asociada a Poligras.

Técnicamente, consiste en un sistema de compactación de polímeros, que preserva la integridad de la grava al tiempo que conserva una permeabilidad inherente dentro de la base. En concreto, incorpora una capa estabilizada de 50 milímetros (mm) de grava sobre una formación de entre 50 y 75 mm de grava de una granulometría específica, sobre la cual se aplica el pulverizador Sportcrete, que algunos califican como la fórmula de la Coca-Cola de los sistemas constructivos. La mezcla química une las partículas de piedra sin aumentar la densidad y da a la base fuerza, porosidad, y solidez, haciendo que esta técnica suponga un paso más en el progreso y perfección del césped artificial.

En lo que se refiere a la construcción de un campo, este sistema permite que la colocación de una superficie sintética sea más rápida y eficiente, lo cual supone una mejora importante que puede ayudar a agilizar la duración de una obra. Además, su rigidez no se ve alterada por los trabajos e incluso hace posible el paso de vehículos de carga de materiales sin que se produzca una deformación de la planimetría de la instalación.

El éxito de la base Sportcrete puede atribuirse al hecho de que no hay partículas sueltas de arena o grava que puedan ser descolocadas por lluvias fuertes haciendo la superficie irregular o con baches. Esta estabilidad en combinación con altos niveles de porosidad, asegura una construcción de la base más duradera que la misma superficie.

Para aplicar Sportcrete, primero se realiza una limpieza del lugar donde se va a instalar, teniendo en cuenta que en zonas donde la precipitación es significativa es necesario un sistema especial de drenaje. Seguidamente, se extienden las capas de piedra, con una correcta compactación y nivelación de la grava, y se aplica la exclusiva fórmula Sportcrete, cuyos materiales son suministrados en contenedores y tambores de 230 kilos. Para este trabajo se emplea un sistema de bombeo, que incluye manguera y vara de aerosol, que realiza la mezcla en las proporciones debidas.

La solución es aplicada a través del sistema de atomización, que varía dependiendo del tipo de superficie y uso de la misma. La superficie se cubre en su totalidad y se verifica con regularidad para asegurar una cobertura homogénea. Sportcrete comenzará a endurecer en unos minutos. El suelo tendrá la consistencia óptima en un plazo de 24 horas, momento en el que ya se podrá iniciar la colocación del césped sintético Poligras. Existe muy poca tierra o polvo que se filtre, que es lo que causa la obstrucción del drenaje del soporte. Esta estabilidad en combinación con altos niveles de porosidad, asegura un sistema de construcción de la base más duradera que la propia superficie. Además, como ya se ha indicado, conserva la solidez durante la construcción e instalación del césped.

Pruebas y certificaciones

Según diferentes pruebas desarrolladas en el Reino Unido, las bases de Sportcrete garantizan una reducción de la fuerza (respuesta al impacto) del 20%, proporcionando así una base sólida y flexible que cuando se combina con una superficie sintética es cómoda al caminar. Además, el sistema proporciona una fuerza e integridad de 453 kilos por centímetro cuadrado y tiene la habilidad de evacuar hasta 2.500 litros de agua por metro cuadrado y hora, una capacidad que dependerá de la granulometría de la grava.

El sistema ha sido probado por Sportlabs, un consultor independiente. Todos los materiales utilizados son seguros y no peligrosos, tanto en su manipulación como en el transporte. Así, los productos químicos que se emplean han superado rigurosas pruebas medioambientales, cumplen con la legislación vigente y su calidad está certificada con la ISO 9001. Son solubles en agua y se desintegran con agua caliente jabonosa.